martes, 9 de agosto de 2011

Sexto día: Albuquerque (NM) - Ouray (CO)


Esta mañana empezamos el viaje desde Albuquerque para comenzar con nuestro primer día sin ruta. Los días anteriores habían puesto el listón muy alto, por lo que teníamos algo de miedo a que abandonar la ruta hubiese sido una mala decisión, pero tal y como hemos aprendido lo mejor es disfrutar del viaje y esperar a que aparezcan cosas que te asombren.


Finalmente la etapa no defraudó, fue distinta en tanto en cuanto no teníamos un mapa que nos indicara qué debíamos ver y qué no debíamos ver, pero descubrimos varios lugares apasionantes.

El viaje comenzó desde nuestra residencia "notoria" de Albuquerte. Con el GPS puesto rápidamente llegamos a la interestal que nos acompañó durante la primera parte del viaje. Una vez que la abandonamos cogimos una carretera que atravesaba el horizonte a través del desierto, para disfutar de este tipo de paisajes durante más o menos un par de horas. En esta ocasión cruzamos pequeños pueblos donde la mayoría de habitantes parecían Indios americanos, y sintiéndonos de alguna forma como descubridores de lugares en las que no existe el turismo. También pasamos varios casinos índios, pero conseguimos resistir la tentación de detenernos en ellos.

Tras las dos horas de carretera de desierto, sin previo aviso el paisaje se tornó montañoso. Así llegamos hasta nuestro primer descubrimiento del día, Durango (CO), un pueblo donde el tiempo se ha detenido. El pueblo es básicamente una calle principal en la que todos los edificios conservan su estilo antiguo de una manera muy auténtica, con gente paseando y disfrutando de la buena temperatura (24º). El lugar era realmente agradable, y ofrecía (pena que no tuviéramos tiempo) todo tipo de actividades de ocio al aire libre. Tras comer una comida ligera y rápida volvimos al coche y comenzamos con la "Million Dollar Highway", el momento más esperado de la etapa.

Esta carretera, que realmente es parte de la I-550, es la carretera más espectacular por la que he conducido (ya sé que no he conducido por muchas, pero sin duda va a ser difícil de superar). Transcurre entre inmensas montañas, con curvas serpenteantes, grandes acantilados y unas vistas que realmente cortan el aliento a cualquiera, además de alguna que otra sorpresa en forma de fuente de aguas termales. Ha sido algo más de 1h y media para completar el recorrido pero ha sido sin lugar a dudas increíble!





El final de esta carretera lo marca Ouray, lugar donde pasamos hoy la noche. Ouray se autodenomina la Suiza de los Estados Unidos, porque está completamente rodeado de imponentes paredes montañosas. Su calle principal es patrimonio histórico y todos sus edificios conservan su carácter original. El sitio es realmente idílico, una especie de paraíso para retirarse.



Y con eso completamos el primer día de no ruta, que como podéis comprobar no ha defraudado para nada, mañana empezamos con las visitas a parques naturales, empezando con Arches en Moab (UT) así que ya os contaremos más :)



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