miércoles, 31 de agosto de 2011

San Francisco



Tal y como pasó en las demás ciudades, el tiempo cuando estas en ellas vuela y es prácticamente imposible sacar un rato para escribir por lo que hoy, desde el aeropuerto de Los Ángeles intentaremos hacer memoria para contar lo más importante de estos días.

Empecemos por la visita a San Francisco, allí todo comenzó saliendo sanos y salvos desde los suburbios de Okland y entrando en la ciudad desde el sur lo que nos permitió parar a hacer la visita friki del viaje: Silicon Valley.

En este mítico lugar tuvimos tiempo para pasear entre las oficinas de Google (y fotografiar en primera persona los distintos logotipos de Android), las oficinas de Facebook (son un fiasco comparadas con las de Google) y el campus de Stanford (quien estudiase allí).
Oficinas de Google en Silicon Valley
Una vez terminamos con la zona subimos hacia San Francisco donde lo primero que hicimos fue pasar por el hotel para dejar las maletas y organizarnos un poco. El Hotel, Aida Plaza, que no estaba mal y era barato,  estaba en una zona llena de mendigos y gente rara, pero la sensación no era de peligro en absoluto (mientras que no les mirases a la cara) así que salvo quizás el ultimo día que me tope con un par de tipos un poco chungos el resto fue de lo más tranquilo. Eso si, como recomendación, dos calles hacia el norte de Market, justo después de Cyril Magnin St la zona se vuelve mucho más apetecible.
Desde el hotel, lo primero fue andar hacia el centro de información más cercano, porque hemos de confesar que la ciudad la llevábamos poco preparada y no sabíamos a dónde debíamos ir. Así que con los mapas en la mano hicimos una breve planificación de nuestros días.

El primer día de turismo comenzó cogiendo el "Cable Car" hacia Fisherman Wharf. El cable car es una especie de tranvía que en lugar de tener propulsión propia es arrastrados por un cable, es muy antiguo y se mantiene principalmente para los turistas. La primera parada que hicimos fue en Lombard Street, la calle de las mil curvas que aparece en todas las películas de San Francisco.
Cable Car 
Lombard Street
Tras recorrerla bajamos al Fisherman Walf donde estuvimos paseando por sus calles hasta el anochecer, allí no fallaron las paradas en el Pier 39 (donde los leones marinos), en los restaurantes y en los puestos callejeros de Cangrejos (si como los típicos puestos de perritos pero vendiendo cangrejos) Como hacia frío decidimos ir a cenar a otro lugar, por lo que dando un paseo subimos hasta China Town, donde decidimos cenar en un restaurante con no mucha pinta de higiénico pero sirviendo comida con muy buena pinta. La cena salió muy buena y no fue nada cara. Dando un paseo regresamos al hotel a reponer fuerzas para el día siguiente.
Pier 39, un día llegaron y se quedaron allí para siempre
Vista de la Prisión de Alcatráz desde el Pier 39
Menú del restaurante donde cenamos, por eso era tan barato
Chinatown
El segundo día volvió a ser una paliza de hacer cosas, los planes de ese día nos llevaron a pasear por el distrito financiero, limpio y cuidado pero más pequeño que otros que habíamos visto, el embarcadero, un centro comercial con vistas al puente de la bahía, algo de compras para protegernos del frío y antes de hacer una breve parada en el hotel pasamos por un Dinner muy bien ambientado, el Lori's, donde comimos dos grandes hamburguesas.
Lori's
La tarde de ese día nos reservaba quizás la mayor aventura de lo que llevábamos de ruta. Por la tarde habíamos decidido alquilar unas bicicletas con la intención de cruzar el Golden Gate. El tiempo era bastante bueno, hacia fresco pero el cielo estaba despejado, sin embargo el puente estaba inmerso en una densa niebla. Mientras cruzabas era impresionante no ser capaces de ver ni el agua ni la parte superior de los tensores que lo sujetaban. El paseo en bici fue genial, tras cruzar el puente paramos en unos miradores desde los que se puede contemplar San Francisco entero, recomendación de unos Españoles que nos encontramos en Chicago. Desde allí bajamos a un pueblecito de playa fantástico, Sausalito, otro de esos sitios tranquilos en lo que todo es súper mono y donde a uno no le importaría retirarse.
Cruzando el Golden Gate
Golden Gate
Como queríamos cruzar el puente de vuelta a San Francisco pero esta vez de noche, hicimos tiempo hasta que anocheció. Cruzar el puente a esas horas fue la aventura. Si ya por la tarde había niebla, por la noche, como veréis en las fotos, parecías en el medio de la nada. Ademas al ser tan densa la niebla, nos mojaba como si de agua se tratase y el viento soplaba terriblemente fuerte. El paseo se hizo duro pero mereció la pena, el resto del camino hasta llegar a devolver las bicis fue algo mas complicado debido a que tuvimos que atravesar una zona prácticamente deshabitada y sin ningún tipo de iluminación. Finalmente llegamos sanos y salvos al punto de devolución así que a toro pasado podemos decir que mereció la pena la aventura.
San Francisco desde Sausalito
El Golden Gate de noche
Volviendo a cruzar el Golden Gate, esta vez de noche
Al día siguiente quisimos madrugar para ir a intentar conseguir unas entradas con destino a la prisión de Alcatraz pero con el mal rato de la noche anterior preferimos dormir y descansar un poco. El día entonces se planteo más tranquilo pero no menos interesante, empezamos el recorrido visitando el parque del Golden Bridge. El parque esta muy bien cuidado pero lo relamen interesante allí son sus museos, nosotros visitamos el Young Museum (el edificio únicamente) y los jardines de té japoneses, que son gratis los miércoles hasta las 11 ( nosotros no llegamos :-( )

Jardines Japoneses
Chinita Manga de los Jardines Japoneses
Luego nos fuimos al barrio hippie, en Haight St. El lugar no tiene desperdicio, esta repleto de tiendas que a María le encantaron, pero lo realmente interesante es su ambiente que como muy bien definiría nuestro amigo Dani es totalmente "pijipi". Desde allí la siguiente parada fue El Castro, barrio gay, en resumen el lugar son dos calles con un ambiente muy desenfadado, al estilo Chueca, y con buenas tiendas y lugares para comer.
Castro
Castro
Para esas horas el hambre comenzaba a apretar, así que dando un paseo llegamos hasta el barrio de la Misión. Llegar a la Misión es como abandonar los Estados Unidos y aparecer en Cuba . Por el barrio, repleto de murales y casas pintorescas, todo está en Español y el 90% de los establecimientos son taquerías. Siguiendo recomendaciones de la Lonely fuimos a la taquería "La taquería" donde comimos los mejores burritos de todo el viaje, además a un precio realmente bueno.



El día y la visita a San Francisco terminó con un paseo por China Town y muchas horas de sueño para preparar el viaje a Los Angeles que os contamos en el siguiente post.

Antes de terminar, se me olvidaba una pequeña nota sobre el clima en la ciudad, si vais durante el verano llevad algo de abrigo, porque refresca y mucho, y es que según nos contaron resulta que tienen una especie de verano tranquilo que empieza más tarde de lo normal.


Location:World Way,Los Angeles,United States

martes, 23 de agosto de 2011

Yosemite

Desde Bishop (CA) la etapa no empezó tan pronto como queríamos, pero es que el cansancio hace que cada día cueste un poquito más levantarse.

Por eso sobre las 10 de la mañana pusimos rumbo al parque natural pasando primero por Mammoth Lakes para ver el pueblo donde en principio debíamos pasar la noche. El lugar es muy tranquilo, bonito y cuidado, muy al estilo de Durango (pueblo que descubrimos en la etapa de Ouray), un lugar donde o bien retirarse o bien pasar unas vacaciones de relax.

Debido a nuestra localización en lugar de entrar por la parte más tradicional de Yosemite, la parte Oeste, nosotros entramos desde el Este a través del Tioga Pass.

Tioga Pass, es una vez más, una de esas carreteras famosas de los Estados Unidos que merece la pena conducir. La carretera en su punto más alto alcanza algo más de 3000m de altura, pero sin duda ni su altura ni su trazado es lo más espectacular sino que lo son sus paisajes.
Vistas desde Tioga Pass
La carretera empieza en un valle al Este del parque, cerca de unos lagos, y según comienza empiezan a aparecer riachuelos que parecen sacados de dibujos animados. El agua, las montañas, el bosque y el cielo son totalmente idílicos y terriblemente bonitos. Estamos seguros que si cualquiera de nosotros tuviese que dibujar un paisaje de montaña dibujaría lo que vimos allí.

Al llegar al punto más alto, tras pagar la entrada del parque te encuentras de frente con un gran lago bastante grande de aguas azules y rodeado de frondosa vegetación. Allí hicimos una breve parada para reponer energías y seguir el camino. Da mucha rabia que por falta de tiempo no hayamos podido descubrir todas las posibilidades del lugar y poder hacer alguna ruta andando.

Entrada Este a Yosemite

Desde allí pusimos rumbo hacia el valle (esta casi a una hora de coche) donde debido a que necesitábamos encontrar un sitio para dormir y que estaba atestado de gente decidimos no quedarnos e ir hacia la salida del parque. Por la carretera tuvimos la oportunidad de tener una vista aérea del valle de Yosemite. Esta vista, que es la que aparece en la mayoría de las postales es imponente. Imaginaos tres grandes montañas que crean un valle, todo cubierto por frondosos bosques, con caudalosos ríos y abundantes pantanos y para poner la guinda al lugar, lo mejor de todo, dos enormes cascadas de agua cristalina.
Yosemite Valley
Cascada de Yosemite 

Tras las espectaculares vistas y la divertida conducción, y antes de abandonar el parque visitamos Mariposa Groove, el lugar de Yosemite con la mayor concentración de sequoias gigantes. Las sequoias resultaron ser mucho más grandes de lo que esperamos, pero ya subiremos alguna foto para que las veáis. La zona estaba un poco fastidiada debido a algún incendio reciente, pero aun así era una parada obligatoria ya que no pudimos ir al final al Sequoia National Park.
Sequoia Gigante en el suelo

Cuando salimos del parque nos pusimos en busca de algún motel barato pues esa noche no teníamos nada reservado, pero es Agosto y Yosemite es uno de los lugares más visitados de los Estados Unidos por lo que al final terminamos buscando un parking seguro donde pasar la noche. Nuestra mayor preocupación eran los osos así que decidimos alejarnos del parque una media hora. La noche en el Ford Focus Lodge, fue algo peor que la de Joplin porque la temperatura a media noche bajó bastante y tuvimos algo de frío pero a parte de eso descansamos bastante bien.

A la mañana siguiente para reponernos del frío decidimos ir a tomar un desayuno caliente a la americana, huevos, patatas y salchichas que rápidamente nos pusieron a tono. Así volvimos a Yosemite con la intención de hacer alguna ruta a pie. Decidimos hacer una ruta de unos 12km que transcurría por el valle de Yosemite hacia Mirror Lakes.
Mirror Lakes
El paseo fue muy agradable y el esfuerzo mereció realmente la pena, al final del camino llegamos a unos lagos en la parte baja del valle donde el agua reflejaba a la perfección las imponentes paredes que lo rodeaban (de ahí el nombre)

Por el camino nos encontramos con un señor muy simpático que nos enseñó unas cuevas que no aparecen en los mapas y que mantenían restos de los primeros pobladores de Yosemite.
Nuestra amiga la Marmota
Con mucha pena, después del paseo decidimos abandonar nuestro último parque natural del viaje con la idea de poder llegar pronto a San Francisco y descansar un poco (que triste es poner el calificativo último a unas cosas que vas haciendo)

La noche la pasamos a las afueras de la ciudad, en Oakland, el barrio donde estábamos debía ser una especie de gueto y aunque el hotel estaba muy bien (era un Days Inn) asustaba bastante. Finalmente la noche fue tranquila y amanecimos todavía con coche así que contentos por haber visto algo también típico de película como es un gueto (según las noticias, y eso es verídico, esa misma noche hubo en Oakland dos tiroteos)

Por la mañana pusimos rumbo a San Francisco pasando por Silicon Valley, pero esa historia para cuando resumamos estos tres días aquí.

P.D. Os dejo un video Yosemite que refleja mucho más fielmente la espectacularidad del paisaje




Yosemite Range of Light from Shawn Reeder on Vimeo.

Y un descubrimiento que hice hace poco, la cascada de Yosemite, durante unos pocos días al año y unos pocos minutos al día se convierte, gracias a la luz del sol, en una cascada de fuego. Nosotros no coincidimos en ese momento pero os dejo una imagen del lugar





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sábado, 20 de agosto de 2011

Las Vegas - Bishop pasando por Death Valley

Tal y como ayer prometimos hoy vamos a hablar del viaje desde Las Vegas a Bishop (CA) pasando por el valle de la muerte.

El viaje empezó no tan pronto como debía, así que tras la parada de rigor para repostar y comprar provisiones nos pusimos en marcha hacia el Valle de la Muerte. Hemos de confesar que nos daba bastante respeto el pasar por allí en pleno Agosto al medio día sobretodo tras leer las advertencias de la página del Parque Natural. En esta página además de avisar acerca de sus extremas temperaturas informaban sobre su peligrosa fauna, especialmente los escorpiones y las viudas negras.

Pero al llegar allí y ver la cantidad de locos que hacían lo mismo que nosotros nos tranquilizamos porque en caso de tener problemas siempre nos podría acercar alguien hasta una zona de cobertura.

Así que algo más confiados entramos en el parque, las primeras paradas fueron para contemplar unos bonitos cerros de colores amarillos que parecían dunas de piedras, el Zabriskie point. En ese momento ya nos parecía que hacía calor pero lo peor estaba por llegar.
Zabriskie Point, famoso por aparecer en la película del mismo nombre
Una de las cosas que te das cuenta cuando entras en el parque es que no paras de descender lo cual hace que la temperatura vaya en aumento, de esta forma, una media hora después de entrar alcanzas la cota del nivel del mar. Tras pasar por el centro de información y planificar un poco el día nos dirigimos a través de espectaculares carreteras hacia Badwater. Este punto se encuentra a 90 metros por debajo del nivel del mar, el calor allí superaba los 50 grados centígrados. El lugar es un antiguo mar por lo que lo sorprendente del paisaje es el suelo blanco por la sal, tras hacer unas cuantas fotos volvimos rápido a refugiarnos en la comodidad del aire acondicionado.
Carretera hacia Bad Water
Pasando el nivel del mar
Carretera infinita
¿Nieve a 50 grados?
Desde allí pusimos rumbo al campo de Golf del diablo, este lugar es sin duda el paraje más inhóspito donde hemos estado, es una inmensa planicie con el suelo quebrado por el calor y cortante por la sal cristalizada. Una vez más tras unos pocos minutos nos volvimos al coche para protegernos del calor.
Campo de Gold del diablo
Para volver a nuestra ruta dimos un pequeño rodeo siguiendo las recomendaciones del centro de información pasando por una carretera denominada Artis Dr, Esta carretera es un desvío de algo menos de media hora que te lleva entre pequeños desfiladeros de colores muy llamativos, y he de decir que en el ranking de carreteras conducidas en este viaje es posible que supere tanto a la Million Dollar HWY como al Tioga Pass ( del que os hablaré mañana ). De la carretera hicimos un video que subiremos en cuanto podamos.

Nuestra última parada fue en unas dunas de arena que se encontraban a la salida del parque.
Wally en el desierto
Desde allí y sin parar nada más que repostar (poco porque nos cobraron casi el doble de lo normal) llegamos dos horas y media después a Bishop.

Fue una etapa de coche bastante dura, casi 10 horas y 650km de coche por carreteras difíciles en el desierto pero mereció la pena, porque hemos visitado uno de los lugares más inhóspitos de la tierra.
¡Hoy hemos superado las 100 horas de conducción!
Hoy hemos estado en Yosemite, pero como hasta mañana no lo abandonaremos ya resumiremos todo junto.

Así que nos vamos a dormir que hoy estamos durmiendo en uno de los Lodge más chulos de lo que llevamos de ruta.
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Decimotercer día: Seligman - Las Vegas y lo que pasó en las Vegas

Tal y como dijimos "Lo que pasa en las Vegas...." pero como ya echábamos de menos el resumir un poco todo lo que nos esta pasando vamos a volver a escribir.
Empezando desde el principio, estábamos en Seligman, tras nuestra súper cena despedida de la ruta en Williams.
El último día de ruta comenzó muy pronto dado que teníamos grandes esperanzas de que las apenas 100 millas de Route 66 que nos quedaban por recorrer hasta Kingman estuviesen repletas de historias interesante, sin embargo, lo que nos encontramos fueron muchos kilómetros de carretera y pocos lugares en los que mereciera la pena detenerse.
Viejo Ford T - Route 66

Pobre señor Cartero
Por ello, mucho antes de lo esperado, llegamos a Kingman, allí nos tomamos el tiempo necesario para hacer una buena parada para comer en un tradicional Dinner de la ruta, el D'z 66 route. El sitio es muy mono, está decorado estilo años 50 y la comida a la vez que barata era de muy buena calidad.

Mr. D'z en Kingman
Así, con mucha pena pero el estómago lleno pusimos rumbo a la ciudad del pecado, nos separaban únicamente un par de horas, que como siempre se aumentaron por varias paradas en el camino. Como ya hemos dicho varias veces, lo divertido de este viaje es descubrir lugares e historias y en esta ocasión fue la presa Hoover Dam. Esta gigantesca presa embalsa el agua del río Colorado para generar gran parte de la electricidad consumida en Nevada. El lugar tiene dimensiones colosales pero como la temperatura era demasiado alta la visita fue bastante corta.

Turbina de Hoover Dam
Continuamos hacía Las Vegas, pero pocos kilómetros antes de llegar decidimos parar, para que la primera vez que viésemos el Strip (la calle con todos los casinos) fuese de noche, en todo su esplendor, con las luces encendidas y que mejor que pasar por el Outlet de las Vegas para matar el tiempo.

Cuando anocheció fuimos hacia las Vegas, primero dimos una vuelta al Strip en coche y posteriormente fuimos al primero de los dos hoteles en los que nos alojaríamos. El paseo por el Strip fue bestial, la cantidad de luces, de hoteles gigantes, de turistas, de atracciones, de casinos, de anuncios es tal que uno pierde la noción de todo y empieza a comprender porque lo denomina la ciudad del pecado. Es llegar allí y comenzar a desear bajaste el coche para formar parte del espectáculo.
New York New York, Strip de las Vegas
Nuestro primer hotel, el Luxor, estuvo muy bien, nos hicieron un upgrade gratuito de la habitación por lo que pudimos disfrutar de una muy muy genial habitación de más de 30 metros cuadrados con una cama de 2x2.
Interior del Luxor
Habitación de lujo en el Luxor
La primera noche salimos a dar un paseo, y comprobamos varias de las historias de las Vegas: efectivamente la bebida en los casinos es gratis, los casinos están diseñados para que te pierdas, no tienes noción del tiempo y la gente gasta mucha pasta en apuestas (las nuestras sin embargo se resumieron en unas cuantas máquinas tragaperras a las que le sacamos 3 euros de benéficos y dos margaritas)
Interior del New York New York
El resto de los días transcurrió más o menos de la misma forma, el segundo día lo utilizamos para por primera vez en veinte días despertar sin alarma y luego para pasear por la ciudad con el objetivo de visitar los hoteles y los casinos y de paso ver si se podía sacar alguna bebida gratis. Los hoteles no nos dejaron indiferentes, y si tenemos que destacar algunos nos quedamos con la increíble replica de los más imponentes edificios de Nueva York en el NY NY, la elegancia del Belagio, los fabulosos canales del Venezia y la torre Eifel del París.
Zona comercial NYNY

Interior del Venetian
La ciudad en si es todo un espectáculo, es todo exceso, es increíble ver como la gente gasta dinero en cantidades que superan nuestros salarios mensuales en una sola apuesta. También nos llamó mucho la atención la cantidad de anuncio de prostitutas que te entregan por la calle, bien vayas solo, con tu novia o con dos niños pequeños. En muchos momentos la ciudad llega a saturar, es incluso un poco ortera pero sin duda ahí radica parte de la gracia y parte de su atractivo, aunque yo sinceramente nunca viviría en un lugar así.

El tercer día finalmente decidimos ir a visitar los outlet del norte de la ciudad que son, sin duda alguna, mejores que los de la parte sur. Tras ello pasamos por la calle Fremont, el origen de las Vegas que comenzó su decadencia con la expansión del Strip en los años noventa pero que actualmente mantiene una parte de la calle que merece la pena visitar.
Fremont District, el Origen de las Vegas
E.T
Por la noche por fin llegó uno de los momentos más esperados, la actuación de O del Circo del Sol en el Bellagio. Encontrar las entradas sin anticipación fue todo un desafío, encontramos unas para una zona de visibilidad limitada a un precio que a priori parecía desorbitado en el Excalibur (resulta que los hoteles hacen una especie de reventa pero sin subir el precio). Sin embargo el espectáculo mereció la pena, y las entradas resultaron excelentes, no tengo palabras para describir lo que vimos, desde el principio hasta el final estas deseando que no acabe nunca. El escenario, los montajes y las actuación realmente hacen del espectáculo una experiencia mágica y irrepetible. Para mí que era la primera vez que algo similar fueron 90 minutos de sorpresa tras sorpresa que me mantuvieron con la boca abierta.

Con el buen sabor de boca que nos dejó volvimos a pasar nuestra ultima noche de las Vegas al New York New York donde afortunadamente también nos habían hecho un upgrade, por lo que disfrutábamos de una planta 24 con vistas al Strip en una habitación de 39 metros cuadrados, vamos una pasada.

Y eso es todo lo que se puede contar de lo que pasó en las Vegas, mañana os cuento sobre los 50 grados de temperatura que hemos soportado en el Death Valley.

Además mañana tendremos la oportunidad de conducir otra de las increíbles carreteras americanas para sobrepasar hasta Yosemite por el Tioga

Por cierto hoy hemos llegado a las 100 horas de conducción!!!

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Próximamente Donkey Motel on Route 66