viernes, 2 de septiembre de 2011

Los Ángeles y Sequoia National Park

La visita a los Ángeles ha estado marcada por el trastorno de los vuelos, por las varias visitas al aeropuerto y los problemas varios con el coche, por lo que han sido quizás los días más complicados del viaje. Aun así he de reconocer que Los Ángeles han superado por bastante mis expectativas.

Nuestro alojamiento para las dos primeras noches fue en el Venice Beach Cotel, este alojamiento fue, como diría María, muy notorio. En cuanto a instalaciones el lugar está muy justito pero su localización es excelente. Está en primera línea de playa de Venice Beach, la playa de la serie "Los Vigilantes de la Playa". El ambiente en la zona es muy particular, se respira un aire hippie de los de verdad, con montones de puestos de venta de cosas raras, actuaciones callejeras y gente bastante rara. Una de las cosas que nos llamó la atención en Venice fue la existencia de varias clínicas de tratamientos con marihuana, ¿Será legal en California?
Venice Beach Cotel

Clínica para el tratamiento de todos tus males...
Además por todo el paseo marítimo transcurre un carril bici que tanto locales como turistas utilizan para hacer deporte.

El primer día dimos un paseo hasta el Pier de Santa Mónica, el lugar donde termina la Ruta. Las sensaciones allí fueron bastante raras, porque por un lado nos dimos cuenta que el viaje había llegado a su fin pero al mismo tiempo nos invadió la sensación de haber completado una aventura.
Willy en Santa Monica
Willy terminó el viaje
Poco antes de llegar al Pier aparece la "Muscle Beach", aquí según su cartel se inventó el fitnes. El lugar estaba repleto de diferentes aparatos de gimnasia y montones de gente practicando los más pintorescos deportes.
Cartel de Muscle Beach
Tras la vuelta al hotel nos vimos obligados a ir aeropuerto dado que nuestros vuelos habían sido cancelados, una vez conseguimos solucionar todo para relajarnos nos fuimos a comer la última hamburguesa de la ruta.
26 Beach, La mejor hamburguesa que jamas hayamos probado
El lugar elegido fue el 26 Beach Restaurant, su fama le precede con razón, la hamburguesa allí tiene proporciones épicas, la carne (mmmm) se deshacía sola en la boca, un bacon crujiente que es otro nivel y para rematar, todo ello venía en un bollo con un toque un poco dulce que le daba un sabor especial. Comparando todas las hamburguesas que hemos comido he de decir que sin duda alguna esta ha sido la mejor hamburguesa de mi vida (nos salió a 12€ cabeza bebidas incluidas)

Para bajar la tripa tras este manjar nos fuimos a dar un paseo por la playa y pronto para el hotel pues ahora teníamos 5 días más que necesitaban ser planeados.

La mañana siguiente decidimos pasarla en la playa, aprovechando el buen tiempo y la buena temperatura, así pudimos darnos nuestro primer baño en el Pacífico. Al medio día tuvimos que volver al aeropuerto para arreglar el asunto del coche y tras ampliar el contrato del coche para dos días más pusimos rumbo a Visalia, nuestra base de operaciones para atacar al día siguiente el Sequoia National Park.

El Sequoia se había caído de nuestra lista de visitas por falta de tiempo (era o bien Sequoia o bien Death Valley) así que al vernos con tiempo la idea rápidamente volvió a nuestra cabeza. La visita comenzó siendo un poco floja, estábamos muy cansados y no fue hasta media mañana que empezamos a disfrutar el parque. Como es obvio el lugar es famoso por sus gigantescas sequoias, entre ellas la más grande del mundo "El General Sherman". El árbol es gigante, tiene 80 metros de altitud, una circunferencia de 30 metros y según nos contaron los rangers cada año crece lo suficiente como para que la cantidad de madera que genera sea mayor que el tamaño entero de árboles adultos de otras especies. También vimos algunas praderas y disfrutamos de sus paisajes. La visita al parque terminó con una grata sorpresa, fuimos capaces de ver relativamente cerca un pequeño oso, aunque hemos de admitir que nos entro algo de miedo de pensar que pudiese aparecer la madre por lo que nos alejamos rápido. La noche decidimos pasarla otra vez en Visalia porque a esas alturas del viaje se agradece pasar dos noches en el mismo sitio.
Un túnel a través de un árbol en Sequoia National Park
Praderas de Sequoia National Park
Praderas de Sequoia National Park
El día siguiente volvimos a Los Angeles, pero esta vez a un motel, porque si algo hemos aprendido en esto días es que los moteles son de lo mejorcito que puedes elegir para dormir, cómodos y sobretodo económicos. El motel estaba situado en pleno downtown, así que la tarde la dedicamos para pasear por sus calles. Allí nos llevamos una grata sorpresa, el downtown de Los Ángeles, es grande, limpio, con edificios súper interesantes y sobretodo con muy buena ambiente. Destacaríamos la biblioteca municipal, la sala de conciertos de Disney y la catedral de Moneo.
Disney Musical Hall, Los Ángeles
Catedral de Los Ángeles, Moneo

Cuando comenzó a anochecer fuimos a por el coche y nos acercamos hacia Hollywood. He de decir que esta parte de la ciudad nos defraudó bastante, supongo que en otro tiempo debió ser glamuroso pero en la actualidad es únicamente una atracción turística bastante folclórica, esta bien para sacar algunas fotos pero sin más.


El penúltimo día, el último con hotel, bajamos a San Diego, a una hora y media de los Ángeles para realizar una visita arquitectónica al Salk Institute. De vuelta a la ciudad hicimos una parada para darnos el último chapuzón en el Pacífico, en esta ocasión en las playas de Laguna Beach. Unas playas muy bonitas y tranquilas que ofrecen buenas vistas de la puesta de sol. Allí nos pegamos un baño hasta que por confiados una ola nos pegó un buen revolcón del que tardamos un rato en recuperarnos.
Salk Institute, San Diego
Salk Institute, San diego
El último día de viaje teníamos planificada la visita a Hollywood y sus centro comerciales. Como ya comentamos la zona fue sin más, hicimos alguna foto, comimos en el Joe's Pizza (una muy buena pizza) y nos fuimos a Santa Mónica a ver la puesta de sol como colofón al viaje. Elegimos ese sitio por el simbolismo de despedirnos del viaje en el final de la Ruta. Allí no pudimos evitar ponernos tristes y recordar los miles de recuerdos que nos llevamos de este viaje.

Ahora mismo os escribo desde el avión a menos de cinco minutos de pisar Europa por lo que damos por finalizado el viaje más increíble jamas habíamos imaginado. Han sido 36 días inolvidables e irrepetibles porque, aunque seguro habrá más viajes a lo largo de nuestras vidas, será difícil superar la ilusión con la que afrontamos esta aventura.
Parte de nosotros quedó en este viaje para siempre

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jueves, 1 de septiembre de 2011

San Francisco - Los Ángeles e Irene

Si el anterior post lo escribíamos desde el aeropuerto de Los Ángeles, este lo escribimos desde el aeropuerto de Nueva York, han pasado bastantes horas y la verdad es que andamos bastantes descolocados en cuanto al tiempo. En cualquier caso nuestra situación es bastante mejor, ya veréis porque.

Este post, al contrario de lo que hemos hecho siempre, se salta un poco la línea temporal, más que nada para intentar contar todo los Ángeles en una sola entrada. Empezamos contando el viaje desde San Francisco a Los Ángeles.

Para llegar hasta nuestra próxima parada se nos presentaban dos opciones, o bien bajar por la autopista o bien volver a las pequeñas pero bonitas carreteras, en este caso la HWY 1. La HWY 1 es otra de esas rutas famosas de los Estados Unidos que transcurre bordeando la costa del pacífico por gran parte del estado de California. El tiempo cuando abandonamos San Francisco no acompañaba, teníamos de nuevo una densa niebla que hacía que el Pacífico pareciera más salvaje de lo que su nombre hace pensar.


Las tres primeras horas de conducción transcurrieron entre bancos de niebla y ratos de sol con temperaturas que a penas superaban los 22 grados.

Tras estas primeras horas hicimos una pequeña parada para comer algo y descansar, la comida de aquel día fue en uno de los sitios que todavía no hemos hablado pero que ha sido de los mejores descubrimientos que hemos hecho: ¡El Panda Express! El Panda Express es una cadena de restaurantes de comida china en el que te preparas platos para llevar, y cuya especialidad, al menos según nuestro gusto, es el pollo a la naranja. Esperemos que algún día, a no muy tardar, lleguen a España, porque aquí el negocio triunfa y además de ser barato está realmente bueno.

Pocos kilómetros después de la parada para comer nos encontramos por casualidad con unos outlet donde también dedicamos un ratillo a las compras. Viendo que se nos hacía tarde decidimos abandonar la HWY 1 y poner rumbo a Los Ángeles por la interestal, pese a ello llegamos bien entrada la noche. Una vez más nos dimos cuenta que si viajas disfrutando de la carretera, existe una gran diferencia entre el tiempo planificado y el que luego realmente se utiliza.

El hotel en esta ocasión fue el Venice Beach Cotel, un lugar bastante modesto en nuestra opinión, donde lo que pagas realmente es su localización en primera línea de playa de Venice Beach, pero de esto ya hablaremos más adelante.

A mitad de ese día, más o menos, habíamos recibido un correo de Aer Lingus avisándonos de posibles cambios en los horarios de los vuelos debido al huracan Irene. Sin embargo, la peor parte llegó al día siguiente cuando después de una mañana de playa al llegar al hotel nos encontramos con un correo donde se nos comunicaba la cancelación de los vuelos desde NY - Dublín

Inmediatamente pusimos rumbo al aeropuerto, allí vimos que no había mostradores de Aer Lingus y dado que sus líneas telefónicas estaban totalmente saturadas tuvimos que realizar los cambios por Internet. El sistema funcionó muy bien, y rápidamente tuvimos los vuelos cambiados para el día 30. En aquel momento confiábamos en que no habría problemas para llegar a NY ese día. Sin embargo, al ir al mostrador de Virgin para cambiar los billetes empezaron los problemas. Resultó que no había ninguna posibilidad de llegar para el día 30, salvo quizás salir aquella noche y pasar 3 días encerrados en el JFK. Finalmente nos pudo la cordura y viendo que Virgin nos podía ofrecer unos billetes para el día 1 decidimos retrasar el viaje hasta ese día.

Lo bueno de toda la historia anterior, es que al no quedar demasiados billetes en Aer Lingus la compañía nos ofreció un upgrade gratuito para el vuelo NY - Dublín, así que desde aquí, desde la sala VIP del JFK, os escribimos ahora, a la espera de embarcar en la business class de un transoceanico, esperamos que la fama que le precede sea cierta. La situación no parece tan mala, pero ha habido motivos por lo que nos agobiamos bastante en ese momento, aunque ahora nos alegramos de haber cerrado las reservas pronto y tener billetes garantizados, viendo sobretodo los problemas que están teniendo muchos españoles y que nos han contado desde España estos días.

Y eso es todo, durante el vuelo intentaremos escribir la última entrada resumen del viaje.

P.D ayer entregamos el coche, y el viaje en números ha sido se puede resumir de la siguiente forma:
Adios amigo :)
  • 6302 millas de conducción - Unos 10.200 km
  • 149 horas de coche
La verdad que nos dio mucha pena abandonar a nuestro compañero de viaje.

miércoles, 31 de agosto de 2011

San Francisco



Tal y como pasó en las demás ciudades, el tiempo cuando estas en ellas vuela y es prácticamente imposible sacar un rato para escribir por lo que hoy, desde el aeropuerto de Los Ángeles intentaremos hacer memoria para contar lo más importante de estos días.

Empecemos por la visita a San Francisco, allí todo comenzó saliendo sanos y salvos desde los suburbios de Okland y entrando en la ciudad desde el sur lo que nos permitió parar a hacer la visita friki del viaje: Silicon Valley.

En este mítico lugar tuvimos tiempo para pasear entre las oficinas de Google (y fotografiar en primera persona los distintos logotipos de Android), las oficinas de Facebook (son un fiasco comparadas con las de Google) y el campus de Stanford (quien estudiase allí).
Oficinas de Google en Silicon Valley
Una vez terminamos con la zona subimos hacia San Francisco donde lo primero que hicimos fue pasar por el hotel para dejar las maletas y organizarnos un poco. El Hotel, Aida Plaza, que no estaba mal y era barato,  estaba en una zona llena de mendigos y gente rara, pero la sensación no era de peligro en absoluto (mientras que no les mirases a la cara) así que salvo quizás el ultimo día que me tope con un par de tipos un poco chungos el resto fue de lo más tranquilo. Eso si, como recomendación, dos calles hacia el norte de Market, justo después de Cyril Magnin St la zona se vuelve mucho más apetecible.
Desde el hotel, lo primero fue andar hacia el centro de información más cercano, porque hemos de confesar que la ciudad la llevábamos poco preparada y no sabíamos a dónde debíamos ir. Así que con los mapas en la mano hicimos una breve planificación de nuestros días.

El primer día de turismo comenzó cogiendo el "Cable Car" hacia Fisherman Wharf. El cable car es una especie de tranvía que en lugar de tener propulsión propia es arrastrados por un cable, es muy antiguo y se mantiene principalmente para los turistas. La primera parada que hicimos fue en Lombard Street, la calle de las mil curvas que aparece en todas las películas de San Francisco.
Cable Car 
Lombard Street
Tras recorrerla bajamos al Fisherman Walf donde estuvimos paseando por sus calles hasta el anochecer, allí no fallaron las paradas en el Pier 39 (donde los leones marinos), en los restaurantes y en los puestos callejeros de Cangrejos (si como los típicos puestos de perritos pero vendiendo cangrejos) Como hacia frío decidimos ir a cenar a otro lugar, por lo que dando un paseo subimos hasta China Town, donde decidimos cenar en un restaurante con no mucha pinta de higiénico pero sirviendo comida con muy buena pinta. La cena salió muy buena y no fue nada cara. Dando un paseo regresamos al hotel a reponer fuerzas para el día siguiente.
Pier 39, un día llegaron y se quedaron allí para siempre
Vista de la Prisión de Alcatráz desde el Pier 39
Menú del restaurante donde cenamos, por eso era tan barato
Chinatown
El segundo día volvió a ser una paliza de hacer cosas, los planes de ese día nos llevaron a pasear por el distrito financiero, limpio y cuidado pero más pequeño que otros que habíamos visto, el embarcadero, un centro comercial con vistas al puente de la bahía, algo de compras para protegernos del frío y antes de hacer una breve parada en el hotel pasamos por un Dinner muy bien ambientado, el Lori's, donde comimos dos grandes hamburguesas.
Lori's
La tarde de ese día nos reservaba quizás la mayor aventura de lo que llevábamos de ruta. Por la tarde habíamos decidido alquilar unas bicicletas con la intención de cruzar el Golden Gate. El tiempo era bastante bueno, hacia fresco pero el cielo estaba despejado, sin embargo el puente estaba inmerso en una densa niebla. Mientras cruzabas era impresionante no ser capaces de ver ni el agua ni la parte superior de los tensores que lo sujetaban. El paseo en bici fue genial, tras cruzar el puente paramos en unos miradores desde los que se puede contemplar San Francisco entero, recomendación de unos Españoles que nos encontramos en Chicago. Desde allí bajamos a un pueblecito de playa fantástico, Sausalito, otro de esos sitios tranquilos en lo que todo es súper mono y donde a uno no le importaría retirarse.
Cruzando el Golden Gate
Golden Gate
Como queríamos cruzar el puente de vuelta a San Francisco pero esta vez de noche, hicimos tiempo hasta que anocheció. Cruzar el puente a esas horas fue la aventura. Si ya por la tarde había niebla, por la noche, como veréis en las fotos, parecías en el medio de la nada. Ademas al ser tan densa la niebla, nos mojaba como si de agua se tratase y el viento soplaba terriblemente fuerte. El paseo se hizo duro pero mereció la pena, el resto del camino hasta llegar a devolver las bicis fue algo mas complicado debido a que tuvimos que atravesar una zona prácticamente deshabitada y sin ningún tipo de iluminación. Finalmente llegamos sanos y salvos al punto de devolución así que a toro pasado podemos decir que mereció la pena la aventura.
San Francisco desde Sausalito
El Golden Gate de noche
Volviendo a cruzar el Golden Gate, esta vez de noche
Al día siguiente quisimos madrugar para ir a intentar conseguir unas entradas con destino a la prisión de Alcatraz pero con el mal rato de la noche anterior preferimos dormir y descansar un poco. El día entonces se planteo más tranquilo pero no menos interesante, empezamos el recorrido visitando el parque del Golden Bridge. El parque esta muy bien cuidado pero lo relamen interesante allí son sus museos, nosotros visitamos el Young Museum (el edificio únicamente) y los jardines de té japoneses, que son gratis los miércoles hasta las 11 ( nosotros no llegamos :-( )

Jardines Japoneses
Chinita Manga de los Jardines Japoneses
Luego nos fuimos al barrio hippie, en Haight St. El lugar no tiene desperdicio, esta repleto de tiendas que a María le encantaron, pero lo realmente interesante es su ambiente que como muy bien definiría nuestro amigo Dani es totalmente "pijipi". Desde allí la siguiente parada fue El Castro, barrio gay, en resumen el lugar son dos calles con un ambiente muy desenfadado, al estilo Chueca, y con buenas tiendas y lugares para comer.
Castro
Castro
Para esas horas el hambre comenzaba a apretar, así que dando un paseo llegamos hasta el barrio de la Misión. Llegar a la Misión es como abandonar los Estados Unidos y aparecer en Cuba . Por el barrio, repleto de murales y casas pintorescas, todo está en Español y el 90% de los establecimientos son taquerías. Siguiendo recomendaciones de la Lonely fuimos a la taquería "La taquería" donde comimos los mejores burritos de todo el viaje, además a un precio realmente bueno.



El día y la visita a San Francisco terminó con un paseo por China Town y muchas horas de sueño para preparar el viaje a Los Angeles que os contamos en el siguiente post.

Antes de terminar, se me olvidaba una pequeña nota sobre el clima en la ciudad, si vais durante el verano llevad algo de abrigo, porque refresca y mucho, y es que según nos contaron resulta que tienen una especie de verano tranquilo que empieza más tarde de lo normal.


Location:World Way,Los Angeles,United States

martes, 23 de agosto de 2011

Yosemite

Desde Bishop (CA) la etapa no empezó tan pronto como queríamos, pero es que el cansancio hace que cada día cueste un poquito más levantarse.

Por eso sobre las 10 de la mañana pusimos rumbo al parque natural pasando primero por Mammoth Lakes para ver el pueblo donde en principio debíamos pasar la noche. El lugar es muy tranquilo, bonito y cuidado, muy al estilo de Durango (pueblo que descubrimos en la etapa de Ouray), un lugar donde o bien retirarse o bien pasar unas vacaciones de relax.

Debido a nuestra localización en lugar de entrar por la parte más tradicional de Yosemite, la parte Oeste, nosotros entramos desde el Este a través del Tioga Pass.

Tioga Pass, es una vez más, una de esas carreteras famosas de los Estados Unidos que merece la pena conducir. La carretera en su punto más alto alcanza algo más de 3000m de altura, pero sin duda ni su altura ni su trazado es lo más espectacular sino que lo son sus paisajes.
Vistas desde Tioga Pass
La carretera empieza en un valle al Este del parque, cerca de unos lagos, y según comienza empiezan a aparecer riachuelos que parecen sacados de dibujos animados. El agua, las montañas, el bosque y el cielo son totalmente idílicos y terriblemente bonitos. Estamos seguros que si cualquiera de nosotros tuviese que dibujar un paisaje de montaña dibujaría lo que vimos allí.

Al llegar al punto más alto, tras pagar la entrada del parque te encuentras de frente con un gran lago bastante grande de aguas azules y rodeado de frondosa vegetación. Allí hicimos una breve parada para reponer energías y seguir el camino. Da mucha rabia que por falta de tiempo no hayamos podido descubrir todas las posibilidades del lugar y poder hacer alguna ruta andando.

Entrada Este a Yosemite

Desde allí pusimos rumbo hacia el valle (esta casi a una hora de coche) donde debido a que necesitábamos encontrar un sitio para dormir y que estaba atestado de gente decidimos no quedarnos e ir hacia la salida del parque. Por la carretera tuvimos la oportunidad de tener una vista aérea del valle de Yosemite. Esta vista, que es la que aparece en la mayoría de las postales es imponente. Imaginaos tres grandes montañas que crean un valle, todo cubierto por frondosos bosques, con caudalosos ríos y abundantes pantanos y para poner la guinda al lugar, lo mejor de todo, dos enormes cascadas de agua cristalina.
Yosemite Valley
Cascada de Yosemite 

Tras las espectaculares vistas y la divertida conducción, y antes de abandonar el parque visitamos Mariposa Groove, el lugar de Yosemite con la mayor concentración de sequoias gigantes. Las sequoias resultaron ser mucho más grandes de lo que esperamos, pero ya subiremos alguna foto para que las veáis. La zona estaba un poco fastidiada debido a algún incendio reciente, pero aun así era una parada obligatoria ya que no pudimos ir al final al Sequoia National Park.
Sequoia Gigante en el suelo

Cuando salimos del parque nos pusimos en busca de algún motel barato pues esa noche no teníamos nada reservado, pero es Agosto y Yosemite es uno de los lugares más visitados de los Estados Unidos por lo que al final terminamos buscando un parking seguro donde pasar la noche. Nuestra mayor preocupación eran los osos así que decidimos alejarnos del parque una media hora. La noche en el Ford Focus Lodge, fue algo peor que la de Joplin porque la temperatura a media noche bajó bastante y tuvimos algo de frío pero a parte de eso descansamos bastante bien.

A la mañana siguiente para reponernos del frío decidimos ir a tomar un desayuno caliente a la americana, huevos, patatas y salchichas que rápidamente nos pusieron a tono. Así volvimos a Yosemite con la intención de hacer alguna ruta a pie. Decidimos hacer una ruta de unos 12km que transcurría por el valle de Yosemite hacia Mirror Lakes.
Mirror Lakes
El paseo fue muy agradable y el esfuerzo mereció realmente la pena, al final del camino llegamos a unos lagos en la parte baja del valle donde el agua reflejaba a la perfección las imponentes paredes que lo rodeaban (de ahí el nombre)

Por el camino nos encontramos con un señor muy simpático que nos enseñó unas cuevas que no aparecen en los mapas y que mantenían restos de los primeros pobladores de Yosemite.
Nuestra amiga la Marmota
Con mucha pena, después del paseo decidimos abandonar nuestro último parque natural del viaje con la idea de poder llegar pronto a San Francisco y descansar un poco (que triste es poner el calificativo último a unas cosas que vas haciendo)

La noche la pasamos a las afueras de la ciudad, en Oakland, el barrio donde estábamos debía ser una especie de gueto y aunque el hotel estaba muy bien (era un Days Inn) asustaba bastante. Finalmente la noche fue tranquila y amanecimos todavía con coche así que contentos por haber visto algo también típico de película como es un gueto (según las noticias, y eso es verídico, esa misma noche hubo en Oakland dos tiroteos)

Por la mañana pusimos rumbo a San Francisco pasando por Silicon Valley, pero esa historia para cuando resumamos estos tres días aquí.

P.D. Os dejo un video Yosemite que refleja mucho más fielmente la espectacularidad del paisaje




Yosemite Range of Light from Shawn Reeder on Vimeo.

Y un descubrimiento que hice hace poco, la cascada de Yosemite, durante unos pocos días al año y unos pocos minutos al día se convierte, gracias a la luz del sol, en una cascada de fuego. Nosotros no coincidimos en ese momento pero os dejo una imagen del lugar





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sábado, 20 de agosto de 2011

Las Vegas - Bishop pasando por Death Valley

Tal y como ayer prometimos hoy vamos a hablar del viaje desde Las Vegas a Bishop (CA) pasando por el valle de la muerte.

El viaje empezó no tan pronto como debía, así que tras la parada de rigor para repostar y comprar provisiones nos pusimos en marcha hacia el Valle de la Muerte. Hemos de confesar que nos daba bastante respeto el pasar por allí en pleno Agosto al medio día sobretodo tras leer las advertencias de la página del Parque Natural. En esta página además de avisar acerca de sus extremas temperaturas informaban sobre su peligrosa fauna, especialmente los escorpiones y las viudas negras.

Pero al llegar allí y ver la cantidad de locos que hacían lo mismo que nosotros nos tranquilizamos porque en caso de tener problemas siempre nos podría acercar alguien hasta una zona de cobertura.

Así que algo más confiados entramos en el parque, las primeras paradas fueron para contemplar unos bonitos cerros de colores amarillos que parecían dunas de piedras, el Zabriskie point. En ese momento ya nos parecía que hacía calor pero lo peor estaba por llegar.
Zabriskie Point, famoso por aparecer en la película del mismo nombre
Una de las cosas que te das cuenta cuando entras en el parque es que no paras de descender lo cual hace que la temperatura vaya en aumento, de esta forma, una media hora después de entrar alcanzas la cota del nivel del mar. Tras pasar por el centro de información y planificar un poco el día nos dirigimos a través de espectaculares carreteras hacia Badwater. Este punto se encuentra a 90 metros por debajo del nivel del mar, el calor allí superaba los 50 grados centígrados. El lugar es un antiguo mar por lo que lo sorprendente del paisaje es el suelo blanco por la sal, tras hacer unas cuantas fotos volvimos rápido a refugiarnos en la comodidad del aire acondicionado.
Carretera hacia Bad Water
Pasando el nivel del mar
Carretera infinita
¿Nieve a 50 grados?
Desde allí pusimos rumbo al campo de Golf del diablo, este lugar es sin duda el paraje más inhóspito donde hemos estado, es una inmensa planicie con el suelo quebrado por el calor y cortante por la sal cristalizada. Una vez más tras unos pocos minutos nos volvimos al coche para protegernos del calor.
Campo de Gold del diablo
Para volver a nuestra ruta dimos un pequeño rodeo siguiendo las recomendaciones del centro de información pasando por una carretera denominada Artis Dr, Esta carretera es un desvío de algo menos de media hora que te lleva entre pequeños desfiladeros de colores muy llamativos, y he de decir que en el ranking de carreteras conducidas en este viaje es posible que supere tanto a la Million Dollar HWY como al Tioga Pass ( del que os hablaré mañana ). De la carretera hicimos un video que subiremos en cuanto podamos.

Nuestra última parada fue en unas dunas de arena que se encontraban a la salida del parque.
Wally en el desierto
Desde allí y sin parar nada más que repostar (poco porque nos cobraron casi el doble de lo normal) llegamos dos horas y media después a Bishop.

Fue una etapa de coche bastante dura, casi 10 horas y 650km de coche por carreteras difíciles en el desierto pero mereció la pena, porque hemos visitado uno de los lugares más inhóspitos de la tierra.
¡Hoy hemos superado las 100 horas de conducción!
Hoy hemos estado en Yosemite, pero como hasta mañana no lo abandonaremos ya resumiremos todo junto.

Así que nos vamos a dormir que hoy estamos durmiendo en uno de los Lodge más chulos de lo que llevamos de ruta.
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