jueves, 1 de septiembre de 2011

San Francisco - Los Ángeles e Irene

Si el anterior post lo escribíamos desde el aeropuerto de Los Ángeles, este lo escribimos desde el aeropuerto de Nueva York, han pasado bastantes horas y la verdad es que andamos bastantes descolocados en cuanto al tiempo. En cualquier caso nuestra situación es bastante mejor, ya veréis porque.

Este post, al contrario de lo que hemos hecho siempre, se salta un poco la línea temporal, más que nada para intentar contar todo los Ángeles en una sola entrada. Empezamos contando el viaje desde San Francisco a Los Ángeles.

Para llegar hasta nuestra próxima parada se nos presentaban dos opciones, o bien bajar por la autopista o bien volver a las pequeñas pero bonitas carreteras, en este caso la HWY 1. La HWY 1 es otra de esas rutas famosas de los Estados Unidos que transcurre bordeando la costa del pacífico por gran parte del estado de California. El tiempo cuando abandonamos San Francisco no acompañaba, teníamos de nuevo una densa niebla que hacía que el Pacífico pareciera más salvaje de lo que su nombre hace pensar.


Las tres primeras horas de conducción transcurrieron entre bancos de niebla y ratos de sol con temperaturas que a penas superaban los 22 grados.

Tras estas primeras horas hicimos una pequeña parada para comer algo y descansar, la comida de aquel día fue en uno de los sitios que todavía no hemos hablado pero que ha sido de los mejores descubrimientos que hemos hecho: ¡El Panda Express! El Panda Express es una cadena de restaurantes de comida china en el que te preparas platos para llevar, y cuya especialidad, al menos según nuestro gusto, es el pollo a la naranja. Esperemos que algún día, a no muy tardar, lleguen a España, porque aquí el negocio triunfa y además de ser barato está realmente bueno.

Pocos kilómetros después de la parada para comer nos encontramos por casualidad con unos outlet donde también dedicamos un ratillo a las compras. Viendo que se nos hacía tarde decidimos abandonar la HWY 1 y poner rumbo a Los Ángeles por la interestal, pese a ello llegamos bien entrada la noche. Una vez más nos dimos cuenta que si viajas disfrutando de la carretera, existe una gran diferencia entre el tiempo planificado y el que luego realmente se utiliza.

El hotel en esta ocasión fue el Venice Beach Cotel, un lugar bastante modesto en nuestra opinión, donde lo que pagas realmente es su localización en primera línea de playa de Venice Beach, pero de esto ya hablaremos más adelante.

A mitad de ese día, más o menos, habíamos recibido un correo de Aer Lingus avisándonos de posibles cambios en los horarios de los vuelos debido al huracan Irene. Sin embargo, la peor parte llegó al día siguiente cuando después de una mañana de playa al llegar al hotel nos encontramos con un correo donde se nos comunicaba la cancelación de los vuelos desde NY - Dublín

Inmediatamente pusimos rumbo al aeropuerto, allí vimos que no había mostradores de Aer Lingus y dado que sus líneas telefónicas estaban totalmente saturadas tuvimos que realizar los cambios por Internet. El sistema funcionó muy bien, y rápidamente tuvimos los vuelos cambiados para el día 30. En aquel momento confiábamos en que no habría problemas para llegar a NY ese día. Sin embargo, al ir al mostrador de Virgin para cambiar los billetes empezaron los problemas. Resultó que no había ninguna posibilidad de llegar para el día 30, salvo quizás salir aquella noche y pasar 3 días encerrados en el JFK. Finalmente nos pudo la cordura y viendo que Virgin nos podía ofrecer unos billetes para el día 1 decidimos retrasar el viaje hasta ese día.

Lo bueno de toda la historia anterior, es que al no quedar demasiados billetes en Aer Lingus la compañía nos ofreció un upgrade gratuito para el vuelo NY - Dublín, así que desde aquí, desde la sala VIP del JFK, os escribimos ahora, a la espera de embarcar en la business class de un transoceanico, esperamos que la fama que le precede sea cierta. La situación no parece tan mala, pero ha habido motivos por lo que nos agobiamos bastante en ese momento, aunque ahora nos alegramos de haber cerrado las reservas pronto y tener billetes garantizados, viendo sobretodo los problemas que están teniendo muchos españoles y que nos han contado desde España estos días.

Y eso es todo, durante el vuelo intentaremos escribir la última entrada resumen del viaje.

P.D ayer entregamos el coche, y el viaje en números ha sido se puede resumir de la siguiente forma:
Adios amigo :)
  • 6302 millas de conducción - Unos 10.200 km
  • 149 horas de coche
La verdad que nos dio mucha pena abandonar a nuestro compañero de viaje.

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